Pasamos rápido
de ser amigos a odiarnos,
y no supe reaccionar
a tu partida.
Me olvidé de vivir mi propia vida,
porque sin tu calor no la entendía.
Una fuerza
que me hizo ser yo misma,
un hombre
que me dijo que me amaba.
Marrón la luz de tus luceros,
negro como la noche tu cabello,
dulces, como la miel todos tus besos.
Música celestial tu voz,
hoguera incandescente
entre tus piernas.
Nunca te olvidaré
aunque estés lejos,
y ya no pueda verte,
no dejaré de amarte mientras viva,
porque tu eras mi amigo
y yo te amaba.
Has bloqueado tú mis sentimientos,
y ya no puedo hablarte ni escribirte
porque así tu lo quieres.
Aunque quisiera verte,
como tú ya no quieres
salvar nuestra distancia,
emplearé mi tiempo,
amigo, en olvidarte.
La vida está llena de diversos caminos. Todos llevan a alguna parte. Hay que elefir constantemente y olvidarse de los caminos que van quedando atrás.
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