de una mujer nueva,
y encontré un cielo azul
en tu mirada.
Y en ellos vi el amanecer
de una juventud madura,
que yo tengo perdida.
Te miré con deseo,
con ansias de comerte por dentro,
de quedarme contigo.
Bailando.....
Bailamos, comimos, bebimos,
sentimos, nos miramos
y se acabó esa noche,
como tantas otras,
con la luna diciéndonos adiós.
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