Alameda cubierta de hojas otoñales,
¡Qué lejos has quedado!
lluvia que cala mis huesos.
Vago perdida desde la mañana
por una ciudad que desconozco.
El mar a un lado, y al otro una pared.
¿Me tiro al agua, O escribo S.O.S en la pared?
No hay señales que indiquen las distancias,
ni gente para preguntar como llegar.
Llamo al viento por si oye mi lamento,
y me responde con un rayo de sol,
y la esperanza de encontrarme.
Mis pupilas te miran lacrimosas,
las hojas de la Alameda vuelan a nuestro paso.
Un beso mojado te recibe,
ciclogénesis pura en nuestros cuerpos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario