cada vez que oigo tu voz
me siento y tiemblo.
El viento delicado
la trae a mis brazos,
como se posa el ave en una rama.
El terciopelo de tu piel
lo siento como entonces,
delicado.
Y caes con la presión
de una cascada,
regando mi cuerpo
de sonrisas y vida.
Naturaleza eres,
y me das la alegría,
que puede darme
un sol de primavera.
Persona que das luz
a las noches,
y haces de mi vida,
mi alegría.
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