Echo de menos la cama para dos,
que llenábamos de amor,
en la que contábamos los miedos,
y nos dábamos calor.
Echo de menos dormir con otro cuerpo,
poder contar intimidades,
decir lo que sentimos, todo cierto,
amor, ternura, sexo, románticas noches.
Era tenue la luz, nos miràbamos
y con eso, bastaba para decirnos todo,
en un instante tú y yo supimos,
que no podia ser de otro modo,
Quiero abrazarte, dormir contigo,
que si me asusto me acompañes,
que si hace frío serás mi abrigo,
y si llueve, del agua me resguardes.
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