No aprenderé nunca
que para ti solo soy
restos de un polvo infecundo,
que nunca me has querido,
y apenas te importó
lo que sintiera.
Tropezaré mil veces,
con tu inmundo recuerdo,
desterraré todo lo tuyo
en un tren que no vuelva.
Gasté mi tiempo en quererte,
y así me lo pagas, ingrato,
que razón tuvieron todos
mis amigos de verdad.
Si quieres sexo lo pagas
pues de tonta tengo poco
pero de fresca tengo menos.
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