En sal reconvertida,
por la desgana de vivir,
por un capricho.
Busco unos brazos,
unas palabras, tu compañía,
te busco sin saber por dónde.
Yo me borro la mente,
me pinto una sonrisa pongo
tacones a mis pies,
y si es caso me transformo.
Soy montaña de sal, dudosa,
pero por ti seré la roca fuerte
que no se desmorona cuesta abajo.
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