Siento que duermo,
enredada con tus brazos,
rozando nuestra piel,
gloriosa noche,
inocencia perdida,
ojos que sueñan.
Bésame presa de este deseo,
de nuevas ilusiones,
de cálidas pasiones.
Que no tenga final
mi tarde en tus infiernos.
Candentes y magníficos versos..un abrazo.
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