Madre, que das la vida en nueve meses,
que nos haces brotar de tus entrañas.
Mujer que lo da todo por un hijo,
que le acuna, le arropa y le entiende cuando llora.
Aquella que cambia su vida,
por su sueño más preciado.
Ser madre, un instinto natural de mujer,
una experiencia que no me debería perder.
Cuantos días
habrán llorado las madres
sin haberlas oido, o nos habrán esperado
tras una juerga.
Cuantas noches en vela,
mirando nuestras cunas...
Como serán
que ni aun siendo grandes,
los hijos las dejamos en paz,
y las necesitamos.
Un abrazo de madre
no tiene precio,
su apoyo es incondicional,
sus consejos, verdades de experiencia.
Gracias madres
por habernos traído a este mundo de locos
para formar parte de esta locura de vivir.
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