unos labios hablaron, tan en bajo
que ni el aire les pudo escuchar.
Repítelo te dijo el aire,
"te quiero" le dijiste.
Sorbo de tónica, noche de estrellas.
Shakespeare escuchó a Romeo,
Julieta escapó tras él,
lluvia de besos, palabras.
Diez años después
Romeo es aire, Julieta es luz,
Shakespeare la mesa
que los espera a los dos.
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