El aire huele a naranjas,
a la flor del azahar
a la sal del ancho mar,
a lluvia de primavera.
Tus calles son esta noche
el refugio de un amor,
que al abrigo de unos brazos
se pasea, se presiente.
Busco tras de mí tu luna,
que me ilumine, radiante,
para no perder detalle,
de lo que tengo delante.
Un presente, una playa, un deseo,
una mujer más valiente,
un camino por andar....
Y mil viajes de vuelta para verte.
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