Sonidos estremecedores,
que traen recuerdos, que retumban,
en la noche, en la mañana.
Tambores, no de guerra
sino de pasión,
manos heridas,
parches abollados.
Mañanas de domingo,
y de ensayo a la vez,
redobles de baqueta,
toques de corneta,
golpes secos de maza.
No se puede explicar con más afecto
lo que siento esos instantes,
que es si acaso emoción, amor
o tal vez devoción, por escucharte.
que traen recuerdos, que retumban,
en la noche, en la mañana.
Tambores, no de guerra
sino de pasión,
manos heridas,
parches abollados.
Mañanas de domingo,
y de ensayo a la vez,
redobles de baqueta,
toques de corneta,
golpes secos de maza.
No se puede explicar con más afecto
lo que siento esos instantes,
que es si acaso emoción, amor
o tal vez devoción, por escucharte.
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